El SIMCE como su nombre lo indica es un sistema de medición de la
calidad educacional, por lo tanto se supone que mide la calidad pero en la
práctica, bajo mi punto de vista no es así.
Concuerdo con lo que expone Alejandra Falabella cuando dice que el
SIMCE es una muy buena herramienta para medir cómo van los aprendizajes por
sectores o hasta para ayudar a implementar políticas públicas pero su uso es lo
que me molesta y hace mucho ruido.
El SIMCE está basado en un sistema neoliberal y de competencia en
donde la escuela se gana el título de ser buena o mala según puntajes obtenidos
siendo que sólo mide los conocimientos o aprendizajes esperados de los alumnos,
no mide la infraestructura ni al calidad de los docentes ni la cantidad de
alumnos por sala. ¿Eso es medir calidad? ¿Eso basta para categorizar a las escuelas?
Durante el periodo de toma, alguien en algún foro dijo lo siguiente
(claramente no textual) “vivimos en un sistema en el cual para todo debemos de
competir, nacemos y ya competimos, al momento de entrar a un jardín ya nos
fijamos si mi hijo asiste a uno bueno o malo ¿Qué es bueno o que es malo?, voy
al colegio y me enseñar a competir con mi vecino de la escuela de al frente, en
vez de incentivar la solidaridad y compañerismo me hacen competir a diario con
mis mismos compañeros y mis vecinos de otros recintos, crezco y debo competir
con el resto en la PSU y ser el mejor para poder optar a lo que quiero y no lo
que me alcanza, debo seguir compitiendo para pasar mis ramos, ¡y quieren que
salga de estudiar pedagogía y siga compitiendo con mis pares profesores para
ganar nuevamente el título de que soy mejor! En el fondo, al final del viaje tu
vida tratara de ¿a cuántos les ganaste y dejaste en el camino? Y no se ¿Qué tan
bueno y caritativo fuiste?”
Tal vez es una reflexión un poco descontextualizada que me encantó
pero en el fondo no es tan descontextualizada puesto que el SIMCE es una de las
primeras competencias que debo afrontar. El SIMCE por otra parte hace que los
colegios segreguen desde situación socioeconómica hasta por necesidades educativas
especiales. El SIMCE no está midiendo la calidad, sólo está siendo un sistema
que acrecienta la brecha entre el rico y el pobre y no soluciona nada.
¡Y es que la mala escuela debe de hasta cerrar! Pero ha habido casos
que la peor escuela es una escuela que recibe a sólo alumnos con necesidades
especiales… ¿Qué es una mala escuela? ¿Una escuela que en vez de colocar ramos
como “lenguaje y matemática SIMCE” crea más horas artísticas? ¿O aquella que
trabaja más la inclusión?
Por todo lo anterior es que no estoy de acuerdo con aplicar un SIMCE
en educación parvularia, deseo que la solidaridad sea con lo que los niños
crezcan y no la competitividad que éste sistema ofrece.
Para finalizar deseo compartir unos videos sobre las falencias del SIMCE que puedan servir para ir creando opiniones.
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