domingo, 19 de julio de 2015

¡No al SIMCE en párvulos!

El SIMCE como su nombre lo indica es un sistema de medición de la calidad educacional, por lo tanto se supone que mide la calidad pero en la práctica, bajo mi punto de vista no es así.

Concuerdo con lo que expone Alejandra Falabella cuando dice que el SIMCE es una muy buena herramienta para medir cómo van los aprendizajes por sectores o hasta para ayudar a implementar políticas públicas pero su uso es lo que me molesta y hace mucho ruido.

El SIMCE está basado en un sistema neoliberal y de competencia en donde la escuela se gana el título de ser buena o mala según puntajes obtenidos siendo que sólo mide los conocimientos o aprendizajes esperados de los alumnos, no mide la infraestructura ni al calidad de los docentes ni la cantidad de alumnos por sala. ¿Eso es medir calidad? ¿Eso basta para categorizar  a las escuelas?

Durante el periodo de toma, alguien en algún foro dijo lo siguiente (claramente no textual) “vivimos en un sistema en el cual para todo debemos de competir, nacemos y ya competimos, al momento de entrar a un jardín ya nos fijamos si mi hijo asiste a uno bueno o malo ¿Qué es bueno o que es malo?, voy al colegio y me enseñar a competir con mi vecino de la escuela de al frente, en vez de incentivar la solidaridad y compañerismo me hacen competir a diario con mis mismos compañeros y mis vecinos de otros recintos, crezco y debo competir con el resto en la PSU y ser el mejor para poder optar a lo que quiero y no lo que me alcanza, debo seguir compitiendo para pasar mis ramos, ¡y quieren que salga de estudiar pedagogía y siga compitiendo con mis pares profesores para ganar nuevamente el título de que soy mejor! En el fondo, al final del viaje tu vida tratara de ¿a cuántos les ganaste y dejaste en el camino? Y no se ¿Qué tan bueno y caritativo fuiste?”

Tal vez es una reflexión un poco descontextualizada que me encantó pero en el fondo no es tan descontextualizada puesto que el SIMCE es una de las primeras competencias que debo afrontar. El SIMCE por otra parte hace que los colegios segreguen desde situación socioeconómica hasta por necesidades educativas especiales. El SIMCE no está midiendo la calidad, sólo está siendo un sistema que acrecienta la brecha entre el rico y el pobre y no soluciona nada.

¡Y es que la mala escuela debe de hasta cerrar! Pero ha habido casos que la peor escuela es una escuela que recibe a sólo alumnos con necesidades especiales… ¿Qué es una mala escuela? ¿Una escuela que en vez de colocar ramos como “lenguaje y matemática SIMCE” crea más horas artísticas? ¿O aquella que trabaja más la inclusión?


Por todo lo anterior es que no estoy de acuerdo con aplicar un SIMCE en educación parvularia, deseo que la solidaridad sea con lo que los niños crezcan y no la competitividad que éste sistema ofrece. 


Para finalizar deseo compartir unos videos sobre las falencias del SIMCE que puedan servir para ir creando opiniones. 






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